Un equipo de investigadores del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M), en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y el Instituto de Biomecánica de Valencia, ha desarrollado Lithovortex, un dispositivo portátil y no invasivo que utiliza ultrasonidos para desintegrar cálculos renales, reduciendo el tiempo de tratamiento a la mitad.

Lithovortex es un dispositivo de última generación diseñado para tratar las litiasis renales, comúnmente conocidas como piedras en el riñón. A diferencia de los métodos tradicionales, este aparato es portátil, de bajo coste y no requiere procedimientos invasivos. Su funcionamiento se basa en la aplicación de ultrasonidos que se transmiten desde el exterior del cuerpo y se enfocan directamente en el cálculo renal, facilitando su fragmentación.

Tecnología de vanguardia: los haces de vórtice

El dispositivo emplea una novedosa técnica basada en haces de vórtice acústico. Según Noé Jiménez, investigador del I3M, estos haces actúan como un «remolino de sonido» que, al focalizarse sobre la piedra, generan esfuerzos de cizalla más eficientes que los métodos convencionales. Este proceso es comparable a un «pellizco microscópico» que fragmenta la piedra en partículas diminutas, facilitando su eliminación natural a través de la uretra.

Diseño y funcionalidad

Lithovortex está compuesto por un cabezal terapéutico de vórtices acústicos de alta intensidad, montado en un brazo robótico automatizado, y un sistema de imagen que guía el tratamiento. Esta configuración permite una aplicación precisa y eficiente, minimizando el riesgo de dañar tejidos sanos y reduciendo las molestias para el paciente.

Ventajas sobre los métodos tradicionales

Los tratamientos convencionales para los cálculos renales, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) y la litotricia con láser, aunque efectivos, suelen requerir equipamientos voluminosos y pueden provocar molestias significativas en los pacientes. En contraste, Lithovortex, al ser portátil y menos invasivo, ofrece la posibilidad de realizar el tratamiento en consultas externas sin necesidad de instalaciones complejas.

Resultados prometedores y futuras aplicaciones

Hasta la fecha, Lithovortex ha sido probado con éxito en cálculos artificiales y, en colaboración con la Unidad de Litotricia del Hospital La Fe de València, se ha validado ex vivo con cálculos reales. Se espera que el próximo año se realicen pruebas en modelos animales para continuar evaluando su eficacia y seguridad.

Lithovortex Instrumentación para Imagen Molecular

Además de su aplicación principal en la fragmentación de cálculos renales, los investigadores sugieren que Lithovortex podría ser útil en el tratamiento de otras calcificaciones, como las de la válvula aórtica, ampliando su potencial en el ámbito médico.

Reconocimientos y apoyo institucional

El desarrollo de Lithovortex ha sido posible gracias al respaldo de la Agencia Valenciana de la Innovación. Asimismo, el dispositivo ha sido reconocido en la XXXIV Reunión Nacional de los Grupos de Litiasis y de Endourología, Laparoscopia y Robótica, donde Álvaro José Beviá Romero, residente del Servicio de Urología del Hospital La Fe, recibió el Premio Gabriel Valdivia a la Innovación Tecnológica o Técnica Quirúrgica por su trabajo relacionado con este avance.

Un paso adelante en el tratamiento de las litiasis renales

La introducción de Lithovortex representa un avance significativo en el tratamiento de las litiasis renales. Su diseño portátil, su enfoque no invasivo y la reducción del tiempo de tratamiento ofrecen una alternativa prometedora a los métodos actuales, mejorando la calidad de vida de los pacientes y optimizando los recursos sanitarios.

Perspectivas futuras

Con la finalización de las pruebas preclínicas y la eventual implementación en entornos clínicos, Lithovortex podría convertirse en una herramienta estándar en el manejo de los cálculos renales. Su capacidad para transformar un procedimiento que tradicionalmente requería equipamientos complejos en una intervención sencilla y accesible podría revolucionar el campo de la urología.

Imágenes: Instituto de Investigación Sanitaria La Fe