Un reciente estudio clínico denominado WATER III, liderado por investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania), ha demostrado la eficacia de la aquablación en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HPB). Este innovador procedimiento ha sido probado en pacientes de toda Alemania y el Reino Unido, mostrando resultados alentadores para quienes padecen esta afección.
La hiperplasia benigna de prostática es un trastorno común en hombres de edad avanzada que provoca el agrandamiento de la próstata, dificultando el flujo urinario y afectando significativamente la calidad de vida. Tradicionalmente, los tratamientos han incluido medicamentos y cirugía, pero estos pueden conllevar efectos secundarios considerables.
La aquablación, en cambio, es una técnica mínimamente invasiva que utiliza un chorro de agua a alta velocidad guiado por ultrasonido para eliminar el exceso de tejido prostático de manera precisa y segura. Según los resultados del ensayo WATER III, los pacientes sometidos a este procedimiento experimentaron una mejora significativa en sus síntomas urinarios, con una reducción notable de los efectos adversos en comparación con las opciones convencionales.
El doctor Michael Schulze, uno de los investigadores principales del estudio, destacó que la aquablación no solo ofrece resultados rápidos y efectivos, sino que también reduce el riesgo de disfunción eréctil y problemas de incontinencia, dos efectos secundarios comunes en otras intervenciones quirúrgicas para la HPB.
Estos hallazgos abren la puerta a un cambio significativo en el enfoque terapéutico de la hiperplasia benigna de próstata, brindando a los pacientes una alternativa menos invasiva y más efectiva. Se espera que, con el avance de las investigaciones y la adopción generalizada de esta técnica, la aquablación se convierta en una opción estándar en el tratamiento de esta enfermedad.
Imagen: De Basquetteur – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=35418016